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domingo, 24 de febrero de 2013

Mediterráneo, ¿Camino o frontera?


Algunas tardes, casi al anochecer, desde la Chaparra se ve la silueta de las montañas del norte de África. Entonces pienso en lo que hay allí, al otro lado, allí, más allá del mar; otra cultura, otra religión, otros vestidos, otros colores, otras músicas, otros aromas. Pienso, entonces, en el Mediterráneo como una gran frontera que separa dos culturas muy diferentes. Pero, en ese momento, justo en ese instante, el sonido del agua por la acequia me recuerda que durante mucho tiempo esa cultura fue también la cultura de esta orilla, la cultura de esta tierra, enumero el sinfín de cosas que han quedado aquí de aquella época, la Alhambra, nuestras acequias, la arquitectura alpujarreña, muchos vocablos de nuestro lenguaje…. Inmediatamente, mi pensamiento se va mucho mas atrás en el tiempo y se imagina las guerras y los intercambios de fenicios y cartagineses con los romanos; y me doy cuenta que empecé viendo el mediterráneo como una frontera y lo he terminado entendiendo como un camino. Entonces, me pregunto ¿por qué hay tantísima gente que solo lo ve como frontera? O, mejor dicho, ¿Es el mar la frontera o lo es la pobreza? ¿Hay mayor frontera, hay algo que separe mas a los seres humanos que la diferencia de riqueza y de oportunidades? ¿Alguien entiende, si no, que tantas personas se jueguen su vida en el mar por alcanzar la otra orilla, por llegar a una cultura que no es la suya? ¿Hay algo que lo explique que no sea la necesidad de huir de la pobreza?

El Mediterráneo no nos separa, nos une en una historia y culturas que se han ido enriqueciendo a lo largo de los siglos. Ojalá la riqueza y la pobreza dejen de ser frontera pronto. Ojalá, pronto se entienda, para que el Mediterráneo sea camino y no frontera


1 comentario:

Anónimo dijo...

yo creo que las personas que se juegan la vida al cruzar lo ven como la tierra prometida,pero ya no lo es tanto.