Desde que me presenté en 2007 a
las elecciones municipales, la vida no ha sido muy fácil que se diga, ¿dónde
está la causa? El Partido Popular de Lanjarón se resistía a perder las elecciones
y, para evitarlo, hizo trampas, empadronó a 111 personas, familiares y amigos,
con el fin de inflar el censo y ganar las elecciones. ¿Mi error? Denunciarlo. El odio que les ha provocado hacia mi persona
el verse sentados en un banquillo les ha llevado a no tener límites con tal de
hacerme daño.
Aun con sus trampas, el PSOE ganó aquellas elecciones. Desde el primer día, desde la misma toma de posesión, supe
que iban a por mí sin ningún tipo de consideración, el discurso del Alcalde
saliente, lleno de insultos, lo evidenciaba; el gesto de no hacerme entrega dela vara de mando, me la entregó un policía local cuando el acto de toma de
posesión ya había finalizado, ponía bien a las claras cual era el talante
democrático del PP de Lanjarón y su actitud hacia mí.
Con el transcurso del tiempo y la
cercanía de nuevas elecciones, la campaña de odio fue creciendo, se fue
intensificando. De la noche a la mañana, aparecen en internet una cantidad
enorme de personas que no dicen su nombre, que no se sabe quiénes son, que,
bajo seudónimo, escriben de mí todas las barbaridades habidas y por haber. No
denuncié esa cascada de denuncias por no enturbiar, más de lo que ya estaba, la
convivencia política en Lanjarón, porque, además, pensaba que todo el mundo me
conoce en el pueblo desde pequeño y que nadie iba a creer los disparates que se
escribían. Porque, tengo virtudes y defectos, como todo el mundo, pero las
acusaciones que se me hacían eran, en la mayoría de los casos de ciencia
ficción. No puedo negar que, al principio, esas cosas duelen, luego dejas de
darle importancia, sobre todo, dejas de leerlas y ojos que no ven corazón que
no siente.
(Si me parece muy relevante,
visto con la perspectiva del tiempo, ahora que sabemos como escribe Eric
Escobedo, que el estilo de redacción de muchos de esos personajes,
supuestamente distintos, coincidan con la forma de expresarse por escrito de
nuestro actual Alcalde)
Me equivoqué, muchas de esas
mentiras que para mí dejaron de existir, calaron en mucha gente, sobre todo
jóvenes que, por razón de edad, me conocían menos. Perdimos las elecciones por
un estrecho margen, 26 votos, pero perdimos. El PP obtuvo una estrecha ventaja
que, unida a que las candidaturas de los partidos pequeños, PA y Verdes, no
lograron apoyo suficiente para tener representación en el Pleno, le daba el
gobierno con mayoría absoluta.
Creí que se darían por
satisfechos, habían ganado, iban a gobernar en solitario, habían recuperado el
poder, a base de calumnias, injurias, mentiras, falsas promesas y todas las
malas artes que se pueden utilizar en política, pero habían ganado, y pensé que
me dejarían en paz, bajarían el nivel de presión. Pero nada, volví a
equivocarme.
Nada más tomar posesión, no
llevaban ni cien días, iniciaron una nueva campaña de desprestigio a mi
persona. Ahora utilizando medios municipales. Publicando en los periódicos
noticias falsas. Cuando, además de demostrar que las acusaciones publicadas
eran todas mentira y tras escribir al director del periódico ideal para que,
por lo menos, en adelante, me dejara dar mi versión de los hechos cada vez que
estos personajes le mandaban una calumnia; pasaron a una nueva fase, manipular
facturas y expedientes mediante el recurrente recurso del cortapega y, en base
a ello, acusarme, en panfletos que se repartían de noche por debajo de las
puertas, de las más variadas tropelías. Esta campaña me supuso un enorme
esfuerzo, pues detrás de cada uno de sus panfletos teníamos que sacar nosotros
otro contando la verdad de la historia. Suerte que tengo una Agrupación del
PSOE que sabe volcarse cuando hace falta.
Nadie sabe lo duro que es
levantarte cada mañana sin saber cuál va a ser la mentira que te vas a
encontrar debajo de tu puerta. Nadie sabe la sensación de impotencia que se
siente y el esfuerzo que hay que hacer para seguir siendo una persona
civilizada.
Hay que trabajar por Lanjarón. Merece la pena. |
Tras escribir al Defensor del Pueblo Andaluz y desmentir todas y cada una de estas mentiras, el Equipo de
Gobierno, con su Alcalde al frente, lejos de asumir que ese no es el camino y
que ya está bastante puesto en entre dicho al quedar semana tras semana como un
mentiroso compulsivo, decide contratar una auditoría, (es cierto que lo había
anunciado al ganar las elecciones, hasta dijo que la pagaría de su bolsillo, cosa
que no ha hecho, pero la contrató cuando ya llevaba meses en el Ayuntamiento)
con la intención de encontrar o, mejor dicho, justificar algo con lo denunciarme en el
juzgado, señal inequívoca de todas las acusaciones realizadas anteriormente en
panfletos y periódicos eran falsas.
Lo bocaneaban por la calle, “vamos
a denunciar a Mariano” le dicen a la gente y, claro, la gente me lo dice a mí.
En un primer momento, que me denunciaran suponía para mí una liberación. En un
juzgado tienes presunción de inocencia, puedes aportar pruebas, testigos,
documentos, dar tu versión de los hechos y yo no tengo ninguna duda de mi
inocencia. Nunca he hecho nada con la intención de beneficiar a nadie que no
sea el municipio de Lanjarón y sus vecinos. Hasta ocho expedientes han
denunciado, poniendo en ellos toda la carga que han podido, tergiversando,
ocultando papeles, mintiendo, manipulando para pedir, nada más y nada menos,
que me metieran en la cárcel. Pedir
cárcel para una persona por cosas que sabe a ciencia cierta que son mentira,
pone bien a las claras la catadura moral de Eric Escobedo.
No me ha importado, desde el
minuto uno me puse a trabajar en mi defensa, convencido de que era tan clara mi
inocencia que no tardaría en demostrarla. Pero la justicia es lenta. Dos años
han tardado en terminar la investigación. Dos años en los que he tenido que soportar
titulares de periódicos injustos y dolorosos, dos años en los que se me mete en
el saco de los corruptos, a los cuales detesto tanto como el que más. Dos años
duros para mí, pero sobre todo para mi familia, pero dos años convencido de que
todo iba a acabar bien. Y aun no ha terminado del todo, y va bien. De todas las acusaciones
que me hicieron no queda ni una, todas falsas, inocencia absolutamente
demostrada, pero el fiscal dice que el procedimiento empleado para una
contratación no es el adecuado y, si fuera considerado culpable de ello en un futuro juicio aun por celebrar, me podrían inhabilitar ocho años.
Duro, muy duro. Ha quedado demostrado que no he hecho nada que no sea para el
beneficio del Ayuntamiento de Lanjarón y sus vecinos, pero tengo que ir a un
juicio ahora por un tema meramente procedimental.
Tampoco pasa nada, se demostrará que de
este hecho, que no tiene mayor trascendencia, también soy inocente. No
importa. Sin embargo, nuestro Alcalde vuelve al corta pega, hace un montaje con
el escrito del fiscal y empieza a publicar que ya me ha llegado la hora y le da entender a la gente que ya estoy inhabilitado, liando un revuelo en el pueblo increíble.
Yo creo, sinceramente, que con esto, lo único que va a poner en evidencia, si no lo había
hecho ya suficientemente, es su afán por mentir, porque ¿Cómo va a explicar mi
presencia en el próximo Pleno como Concejal? Las mentiras tienen las patas muy cortas.
Se sufre, se pasa mal, uno siente
que es injusta esta persecución y la situación en la que ha derivado, uno no entiende como es que no tienen un límite,
que hayan amparado incluso el uso de la violencia contra mi familia es quizá lo
que más me ha dolido; pero seguiré, voy a seguir luchando por mi inocencia,
luchando por Lanjarón y sus vecinos, luchando para no contagiarme del odio que
ellos transmiten y sienten. No quiero contagiarme de su odio porque no quiero
ser como ellos, porque represento a casi la mitad del pueblo y se me votó para
que defendiera el interés general de Lanjarón y no para que utilizara mi puesto
de Concejal para peleas personales. Pero sobre todo, voy a seguir luchando
porque tengo dos hijos pequeños que quiero que crezcan en un mundo más justo, más
libre, más igualitario y humano; porque
quiero que, en ese mundo, la mentira y la injusticia no tengan sitio. Porque quiero
que sean personas con valores, principios, ideales y valentía. Porque creo que, solo desde el ejemplo, todo esto se puede conseguir.
Muchas gracias, de nuevo, por tantas
muestras de apoyo.
Un abrazo y feliz fin de semana, disfrutad de la música, cantad, bailad, que la vida es mucho más que estas cosas. Y que lo que mas les duele es que seamos felices.
1 comentario:
Mariano como siento que haya que estar desmintiendo a cada instante tantas mentiras que como bien dices tienen las patas cortas.
La gente que te conocemos de primera mano no dudaremos en defender tu inocencia ante quien sea necesario.
Injusto que Lanjarón mantenga un equipo de gobierno con dinero público cuyo único afán sea derribar al Portavoz de la Oposición y no trabajar por un pueblo que ahora más que nunca necesitan gobernantes responsables y con ganas de resolver los problemas de los vecinos.
Recuerda Mariano que no estás solo. Mucho ánimo
Alberto Jesús
P.D.: Esperemos que el próximo año el pueblo sepa valorar la situación en las Urnas. Este es el pilar base de nuestra DEMOCRACIA.
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