Por
motivos obvios, no asistí a la toma de posesión de la nueva Corporación
Municipal. He escuchado una grabación de la misma, he intercambiado
impresiones con algunos asistentes y con mis compañeros que tomaron posesión
como Concejales. Si algo me ha quedado claro es que el Partido Popular de Lanjarón,
con Eric Escobedo al frente, vive en otro tiempo, un tiempo pasado que no es,
para nada, el mas luminoso y próspero que ha tenido este país, el del Nacional-Catolicismo.
El
primero de los discursos, bajo mi punto de vista, lo pronunció alguien que no
abrió la boca, que no dijo nada y que no tomó, porque no ha sido elegido para
ello, acta de Concejal. Herbert Troll, el que fuera candidato a la Alcaldía por
GANEMOS en las últimas elecciones municipales apareció vestido de amarillo y
con una pegatina de la empresa pública CORREOS en el pecho. Creo que su
indumentaria era, en sí misma, un discurso lleno de contenido.
La segunda
sorpresa de la sesión la protagonizaron los Concejales Socialistas que
prometieron la Constitución, como debe ser; y lealtad al Jefe del Estado, como
también debe ser; pero diciéndolo así, al Jefe del Estado. A mí, sinceramente,
me parece mas acertada esta fórmula puesto que el Rey es Jefe del Estado porque
así lo dispone la Constitución, mientras que Rey lo es por haber sido hijo de
otra persona que también ha sido Rey. Al Jefe del Estado, todos le debemos
lealtad y, mientras nuestra Constitución diga que el Jefe del Estado es un Rey,
pues se le debe a un Rey, pero no por ser Rey, sino por ser Jefe del Estado.
Los
Concejales del PP juraron el cargo todos, excepto uno que lo prometió, no estoy
en condiciones de explicaros a que se debió esa disidencia.
Una vez
tomada posesión del cargo por parte de los Concejales, se procedió a la
elección de Alcalde y, como era previsible, el actual regidor renovó su mandato
con los votos a favor de sus seis concejales y el suyo propio.
Luego
vinieron los discursos. He podido escuchar y leer el que pronunció Raul en
nombre del Partido Socialista. Para mí es magistral. Leerlo y escucharlo me reafirma en que he
tomado la decisión acertada dejando paso a nuevas personas. (Espero que lo
publique en algún sitio y podáis leerlo todos, merece la pena). Raul ofreció
consenso en las materias que lo hemos venido ofreciendo en los últimos años: Polígono
Industrial, Creación de Empleo, reparto del empleo municipal, reactivación
turística, defensa de los servicios esenciales como la educación, la sanidad,
la dependencia. Raul enumeró, sin dejar ningún tema en el tintero, cuales son
los retos de futuro a los que se enfrenta Lanjarón y ofreció también mano
tendida para trabajar desde el PSOE por su consecución. Pero también dejó muy
claro, que el respeto por los derechos fundamentales básicos no es negociable,
la igualdad de todos los ciudadanos, la libertad de prensa, la libertad
religiosa, la libertad política y de conciencia, eso no es negociable. Muy
bien.
Mención
aparte merece el capítulo de agradecimientos realizado por Raul; habla muy a
las claras de quien es él, deja patente su altura de miras, su talante
democrático, su integridad ética y su inteligencia. Tuvo agradecimientos para
personas que fueron Concejales de la UCD o PP como José Orantes o Antonio Vega,
recientemente fallecidos, a Concejales del PSOE como Francisco Rodríguez que
está pasando un momento de salud muy, pero que muy difícil, a José Aguilera, a
José Villaverde o a Juan José Gallardo. Agradecimientos muy merecidos. Como
merecido era que alguien ¡por fin! tuviera un reconocimiento para el último
Alcalde republicano de Lanjarón, Francisco Gálvez Peralta; Alcalde democrático
que fue fusilado por defender la libertad y sus ideas socialistas. Alguien a
quien le arrebataron su vida por hacer lo que otros hacemos ahora, defender
nuestras ideas con nuestra conciencia y nuestra palabra. Era un acto de
justicia. Con eso solo, Raul se ha ganado tener ya un lugar en la mejor de las
páginas de la historia de los Plenos de nuestro Ayuntamiento.
Pero,
si este agradecimiento no gustó nada a ciertos sectores de la derecha allí
congregados, hubo otro que parece que a nuestro Alcalde le gustó menos. Raul
agradeció su labor a los Alcaldes de la democracia que habían tenido conciencia
democrática, y nombró a Francisco Vega, a José Antonio Ramos y a Mariano Ruiz.
No le
debió gustar mucho este agradecimiento a nuestro Alcalde porque luego, en su
turno de palabra, dijo que él se lo iba a gradecer a todos y no solo, como
había hecho Raul a los suyos. Cuando escucho esto en la grabación, me
sorprendo, ¡Francisco Vega, Antonio Vega, José Orantes, no eran del PSOE, eran
de su partido! Acto seguido, dió su agradecimiento a José Rubio. Entonces lo
entendí todo. Al decir que Raul solo agradecía a los suyos, nuestro Alcalde no
se refería a los del PSOE, sino a los demócratas, al agradecerle él a José
Rubio su labor, a un Alcalde que ha sido condenado por hacer trampas en unas
elecciones, estaba dejándolo claro, él también agradece su labor los que no son
demócratas y esos son los suyos frente a los que, según él, son los de Raul,
los demócratas. No era una cuestión de siglas, era una cuestión de principios.
Más
allá de eso, el discurso del Alcalde no ofreció nada en lo político, ni una
propuesta, ni un proyecto, nada. Dijo que iba a seguir como hasta ahora, esperemos
que no, esperemos que mejore en algo.
Y como
en lo político no tenía mucho que decir, pues se dedicó a lo religioso, dando
las gracias a San Sebastián y a un crucifijo que tiene en su despacho. En fin,
desde el respeto a las creencias religiosas de cada cual; deberíamos ir
asumiendo que cada cosa tiene lugar. Que el Pleno del Ayuntamiento representa a
todos los ciudadanos y que el Alcalde no puede hacer este tipo de
agradecimientos ahí porque él representa a los católicos, a los musulmanes, a los
judíos, a los budistas, a los agnósticos, a los ateos, a todos. Si quiere hacer agradecimientos religiosos de
acuerdo a sus creencias, algo a lo que también tiene derecho; una vez terminado
el Pleno, se acerca a la iglesia y allí da las gracias, pero no hay que mezclar
lo político con lo religioso, no hay que olvidar que estamos en un Estado
Aconfesional, lo dice la Constitución y él acababa de jurarla. Claro que la
Constitución también garantiza el respeto a la integridad física de todos y él
apoya las agresiones si son a familiares míos, también garantiza la libertad de
prensa y él veta a TeleLanjarón, garantiza el derecho al honor y él lleva años calumniándome
y difamándome. ¿Se habrá leído si quiera
la Constitución? ¿Sabrá lo que ha jurado?
Un
abrazo.
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