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lunes, 11 de abril de 2016

Delito de Fraude Electoral: La Justicia Española no está a la altura.


La semana pasada tuvimos conocimiento de que el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que declara culpable de alterar el censo electoral al que fuera Alcalde de Lanjarón por el PP, José Rubio Alonso. La sentencia deja igualmente claro que dicha alteración del censo se hizo con la única intención de manipular el resultado de las elecciones municipales de 2007. Ha quedado, por tanto, demostrado que alteró el censo para ganar lo que las urnas ya no le daban, que alteró el censo para mantenerse de Alcalde en contra de la voluntad de su pueblo.

Visto como está el panorama de la justicia en nuestro país y visto el desarrollo que ha tenido este caso en los tribunales, hay que estar satisfecho de que hayan quedado probados los hechos que denunciamos los socialistas en su día.

Pero esta satisfacción inicial no puede ocultar las muchas decepciones que este caso ha de hacer sentir a cualquier persona con un mínimo de decencia democrática.

La primera es que, igual que se ha demostrado que Pepe Rubio alteró el censo electoral, ha quedado demostrado que otras tres personas habían colaborado con él presentando solicitudes de empadronamiento fraudulentas. Los hechos quedaron probados en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía cuando se investigó la participación de Lidia Reyes en este fraude. Sin embargo, este Tribunal declaró que, por muchas solicitudes que Lidia presentara, estas solo adquirían validez cuando el Alcalde les daba el visto bueno. O sea, que el único responsable penal de todos los empadronamientos sería, llegado el caso, Pepe Rubio.

Lidia Reyes en su cargo de Diputada Provincial
Aunque el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía afirmaba categóricamente que Lidia Reyes presentó esas solicitudes para hacer trampas y que, por ello, era “merecedora del necesario reproche ético”, el Partido Popular la ha seguido premiando con puestos y cargos siendo, en estos momentos, Diputada Provincial. Esto es lo que entiende por decencia democrática el PP de Mariano Rajoy, de Moreno Bonilla y de Sebastián Pérez. Decepcionante.

Una vez acordado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía lo anteriormente expuesto sobre Lidia Reyes, al juzgado de Órgiva no le quedó otro remedio que, contra su criterio, aplicar  lo mismo a las otras dos colaboradoras en el caso; por lo que estas también se fueron de rositas. Decepcionante.

Cuando llegó el momento de que la Audiencia Provincial de Granada juzgara a Pepe Rubio, lejos de ser coherentes con lo expuesto por los otros tribunales que exculparon a las otras implicadas defendiendo que el único responsable de todos los empadronamientos era el Alcalde, se le juzgó solo por aquellas solicitudes que él había rellenado de su puño y letra, once. O sea, que nadie ha pagado por un gran número de solicitudes de empadronamiento que se han demostrado fraudulentas, que se sabe que se hicieron con la intención de alterar el resultado de las elecciones, que se sabe que personas las cumplimentaron, que personas las presentaron y quien les dio el visto bueno para que tuvieran validez y se convirtieran en votos. Decepcionante.

El castigo impuesto no es menos decepcionante. Una multa y veinte días de cárcel que se pueden sustituir por el pago de otra multa. Unos mil trescientos euros es el coste de pervertir la democracia en nuestro país. Unos mil trescientos euros es lo que cuesta robarle la voluntad a un pueblo. Así no me extraña que siga habiendo políticos que tengan la tentación de ganar las elecciones por métodos fraudulentos.

Es más decepcionante aun que haya muchas personas  en Lanjarón que defiendan este tipo de prácticas y las avalan con su voto. Lo que demuestra que una buena parte de la población está, en lo que a conciencia democrática se refiere, gravemente enferma.

Es decepcionante que los familiares y amigos de Pepe Rubio vayan por ahí diciendo que los demás hacemos lo mismo y que haya quien los crea. Cualquiera que los conozca sabe, perfectamente, que si ellos fueran conocedores de que alguno de nosotros hemos hecho algo ilegal, no dudarían un instante en llevarnos al juzgado. Nos han llevado inventando mentiras, ¿Qué hubieran hecho si hubieran tenido verdades?

Decepcionante es que, en la actualidad, se estén investigando otros dos presuntos fraudes electorales en Lanjarón. Decepcionante es que dichos fraudes, de ser ciertos, sean de mucha mayor envergadura  que el cometido por José Rubio. Decepcionante  es que esos dos presuntos fraudes lleven un año de investigación y que marchen a trancas y barracas porque a la justicia, como hemos podido comprobar en el caso de Pepe Rubio, la calidad de nuestra democracia, el que los ciudadanos elijan como representantes a quienes realmente quieran, le importa bien poco.

Por último, es muy decepcionante que la normativa del voto por correo tenga lagunas por las que el fraude puede encontrar vías para su realización. Es decepcionante que con unos mínimos cambios legales, se podría conseguir que el voto por correo tuviera las máximas garantías, que bastaría solo con que todos los trámites de este proceso se hicieran de forma personal e individual, en las dependencias de la oficina de correos (excepto para las personas impedidas) para que se evitaran los posibles fraudes, pero a nadie parece importarle. A ningún partido, excepto al PSOE, se le ha oído hablar de este problema. Ningún partido, ni de los nuevos ni de los viejos ni de los de mediana edad. Nadie denuncia públicamente que sacar de las oficinas de correos solicitudes de voto de forma masiva, unido a la posibilidad de introducir la papeleta de voto en cualquier lugar, así como que sea un tercero el que haga entrega de la misma a correos, permite que haya quien presione y chantajee al votante para que no vote lo que quiere.

Decepcionante es que se le dé tan poca importancia a la libertad de los pueblos para elegir a su Alcalde. Decepcionante es que haya políticos que han provocado que para muchas personas el voto se haya convertido en mercancía ante la desidia de quienes tendrían que velar por la limpieza de nuestra democracia.

Ya sabéis, hacer trampas en democracia cuesta mil trescientos euros. Quince días del sueldo del Alcalde actual. Nada.

Mejor será escuchar música con alguien que merece mucho más la pena que toda esta gente. Con Manolo Tena al que siempre echaremos de menos. Gracias maestro.


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