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jueves, 15 de marzo de 2012

Carta a los Vecinos de Lanjarón

Ante la campaña de calumnias y difamaciones emprendida por el PP de Lanjarón contra mi persona, le he enviado a los vecinos la siguiente carta. Para todos aquellos que estáis fuera, os la doy a a conocer a través de este blog. 

Estimado/a Vecino/a:

Entré en política en Lanjarón, hace ya doce años, quería poner, todo lo que pudiera dar de mí, al servicio de Lanjarón y sus vecinos, al servicio de todas aquellas personas que me habéis visto crecer y con las que he compartido los mejores momentos de mi vida. Siempre me he sentido en deuda con las generaciones de cañoneros que nos precedieron, pero, sobre todo, me siento en deuda con las generaciones futuras. Durante mi adolescencia comprobé como, habiendo crecimiento económico en toda España, muchos de mis amigos tenían que emigrar porque este pueblo no les ofrecía oportunidades. De ahí, que me propusiera trabajar para que las siguientes generaciones encontraran en nuestro pueblo los horizontes que a tantas otras se les habían negado. Me propuse trabajar para que la consecución de estas nuevas oportunidades no estuviera reñida con la preservación de nuestro paisaje y nuestro medioambiente, convencido como estoy de que son nuestro mayor tesoro. El nacimiento de mis hijos, reforzó, aun más si cabe, mi compromiso con el futuro de nuestro pueblo.

Durante mi mandato como Alcalde, hemos conseguido muchas cosas importantes: Los terrenos del nuevo cementerio, los terrenos de la residencia, el edificio y las obras para el Centro de Día, el Museo del Agua, el Mirador del Visillo, la rehabilitación de buena parte de los Tinaos del Barrio Hondillo, el Centro de Educación Infantil, las Aulas de Formación para adultos y desempleados, la Planta Solar del Mercado, la calefacción de los edificios escolares que no tenían, el arreglo del patio del colegio, asfaltamos los carriles de Mesquerina, de la Hoya del Grillo, del Barranco de Juan Bueno, una buena parte del Cortijo del Cura y de la Chaparra y dejamos conseguidas las subvenciones para asfaltar el del Secano y un tramo del de la Forestal. Arreglamos la acequia del Barranco Juan Bueno, después de que en muchos años ningún organismo fuera capaz de dar una solución a estos vecinos. Son muchas las cosas que hicimos, terminamos la piscina municipal y comenzamos las obras del Pabellón cubierto. Reformamos toda la calle principal hasta la plaza. Soterramos muchos contenedores de basura evitando así olores y molestias, renovamos la parte principal de la red de abastecimiento de aguas, evitando muchas averías y cortes de suministro, eliminamos las escombreras de la Casita de Papel y de La Variante…..

Todo esto se consiguió con un Equipo de Gobierno que puso esfuerzo, mucho esfuerzo, para conseguir estas cosas. Un grupo de hombres y mujeres honrados, que dedicaron su tiempo sin cobrar sueldo, el único que cobraba era yo. Lo hicimos, convencidos de que era lo mejor para nuestro pueblo, de que era lo mejor para Lanjarón

Pese a todos estos avances, el proyecto socialista quedó paralizado por tan sólo 26 votos en las elecciones pasadas. Desde ese momento, desde el mismo instante que dejé la Alcaldía, he ofrecido diálogo y colaboración al Alcalde actual y a su Equipo de Gobierno. Sin embargo, lo que he recibido por respuesta ha sido una situación de linchamiento público en la que el Partido Popular no se para ante nada. Una campaña en la que el Partido Popular está demostrando no tener ningún tipo de moral ni ética, una campaña en la que los miembros del PP están demostrando no tener límites.

Desde que no soy Alcalde, he tenido que aguantar que publiquen en el periódico Ideal, sin pedirme mi versión de los hechos, sin permitirme defensa, noticias totalmente falsas mandadas por el Alcalde. Noticias como aquella en la que dijeron que me había gastado “en otras cosas” 95.000 euros destinados a rehabilitar viviendas de personas con pocos ingresos, cuando lo cierto es, que de ese dinero, destinado a arreglar doce viviendas,  cuando yo dejé la Alcaldía, solo había venido la parte correspondiente a tres, de las cuales dos estaban hechas, pagadas y justificadas, y la tercera estaba a punto de ser finalizada.

Ante tanta falsa noticia, envié una carta de queja al director de ese diario para que cambiara su forma de actuar, para solicitarle que si publicaban algo sobre mi, me permitieran, por lo menos, dar mi versión de los hechos.

Con la llegada de esta campaña electoral, los ataques del PP a mi persona se han intensificado con una campaña de facturas fotocopiadas en las que no se dice la verdad sobre ellas, no se explican por qué se contrataron, por qué se produjeron esos gastos, ni que se conseguía con ellos. Se falsea la realidad con el único objetivo de desprestigiarme a mí y a las personas que trabajaron conmigo.  

Pero lo peor de todo es que no se paran ante nada. Han fotografiado a mi hijo a la salida del colegio, han sacado a mi mujer en un panfleto por acompañarme a un acto, al que iban todas las mujeres de todos los Alcaldes invitados, han apoyado en el juzgado a los agresores de mi hermano, como si la violencia estuviera justificada siempre y cuando se dirija contra alguien relacionado conmigo, atacan a mi familia y eso no es admisible.

Es mucha la crispación que están sembrando en Lanjarón, y es mucho el daño que el Partido Popular está produciendo con esta actitud, por ello, quiero anunciaros que voy a solicitar amparo del Defensor del Pueblo de Andalucía. No creo que estos sean los derroteros que deba tomar la política de nuestro pueblo. Todos sabéis que a mí me gustaría que habláramos de proyectos de futuro para Lanjarón, proyectos que generen riqueza y empleo para nuestro pueblo, eso es lo que me ha movido siempre en la política de Lanjarón; pero no puedo permitir que esta estúpida espiral en la que nos quiere meter el Partido Popular haga daño a mis hijos, a mi mujer, a mis hermanos y a las familias de mis compañeros.

Amigos y amigas, no quiero finalizar estas líneas sin agradeceros la atención que me habéis prestado y aprovechar la ocasión para deciros que, a pesar de todo, seguiré trabajando por nuestro pueblo, desde donde vosotros queráis, desde el Gobierno o desde la Oposición, porque lo importante sois vosotros, los vecinos de Lanjarón.

Muchas gracias.



Mariano Ruiz Rodríguez

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que si es cierto que aunque unas veces os equivocarais y otras acertaseis, trabajasteis por el pueblo. Yo me considero una indecisa pero lo que no quiero para mi pueblo son gobernantes que dedican su tiempo al espionaje y a la calumnia en lugar de ponerse de una vez por todas a trabajar por su pueblo. No te preocupes mas de la cuenta , solo van a convencer a su público los demás ya pensamos po nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Me gustaría recordarte que tampoco estais libres de pecado. A Lidia le disteis mucha caña y al final la justicia le dió a ella la razón. Con esto quiero decir que sois igualitos a ellos cuando os ha convenido. También quería decirte que muchos de los logros que dices que habeis tenido para mi son desgracias ecológicas y urbanísticas. Si voy a Maracena la calle es la misma que la de Lanjarón así que de pueblo alpujarreño habeis dejado muy poquito. Creo que lo mejor es que si te presentas para alcalde lleves en tu programa la recuperación de todo lo que os habeis cargado, a lo mejor hasta te voto y mucha gente os lo agradecerá.

Agrupación Local PSOE Cádiar dijo...

Que la envidia y la calumnia en España son el llamado “deporte nacional” es algo reconocido por casi todos. Y la envidia suele generar maldad, que deviene de la frustración que crea, en las almas ruines, burdas y mediocres, la imposibilidad de alcanzar lo que otro posee o detenta, casi siempre en el ámbito de lo inmaterial, porque hay que ser muy zote para considerar lo material digno de tanta bajeza. Y porque, además, como decía el propio Napoleón Bonaparte en sus diarios, la envidia y las vilezas que conlleva son la declaración jurada de la propia inferioridad.

La calumnia y la difamación suelen ser las armas rudimentarias del envidioso y el malvado. Y suelen ser el modo con que personas, grupos u organizaciones consiguen vilmente medrar en base al desprestigio ajeno, del cual se nutren. En ocasiones lo que ocurre en política no es otra cosa que la extrapolación en el terreno público de las grandezas y de las miserias privadas del ser humano.


Algunas personas, en los últimos días, me hacían partícipe de unos hechos vergonzosos relacionados con una mujer que, aun siendo ajena para mí, me rememora lo peor del género humano y de la miseria de esa España profunda que aún habita en ciertas mentes y ciertos lares. Llamémosla Bernarda, por ponerle nombre simbólico que nos recuerde, como a Lorca, la mayor de las arideces e infertilidades del corazón humano. Pues bien, esta tal Bernarda, se dedica, desde hace tiempo, a emitir graves calumnias y acusaciones falsas contra algunas buenas personas de su entorno con el único objetivo de hacerles daño; contra esas personas que representan el talento, la cultura, la bondad y la brillantez que no soporta ver de cerca, quizás porque le recuerden su propia vulgaridad; y lo hace no sólo ignorando el grave perjuicio que produce, sino deleitándose, disfrutando y alimentando con él sus propias carencias humanas, personales, morales e intelectuales.

La táctica es siniestra, sencilla y devastadora: difamemos, que algo queda, decía Voltaire denunciando a los maledicientes. Murmuremos, emitamos mentiras que empañen la reputación del que odiamos porque su brillantez nos recuerda nuestra propia mediocridad, y su grandeza nuestra propia pequeñez. Inventemos infundíos, ruindades e infamias que, aunque no sean ciertas, en algunos generará la duda, y conseguirán que la reputación de la víctima decaiga en nombre de falsedades y maledicencias. Y hagámoslo con disimulo, a las espaldas de la víctima. La maldad nunca mira de frente a los ojos, sino que se esconde tras las manos sucias del murmurador, quien se hace experto en la cobardía suprema de lanzar la piedra y esconder la mano, de generar conflicto y alejarse de él.

En táctica similar, pero en la escala de lo público, estamos presenciando una evidente campaña de desprestigio contra el anterior alcalde de Lanjarón don Mariano Ruiz y su equipo de gobierno. La derecha no pretende transparencia en la gestión de lo público, sino acabar y deslegitimar a sus adversarios políticos; como la tal Bernarda no pretendía informar a nadie sobre nada, sino difamar para tapar el talento y los valores de las personas objeto de su infamia. Ambos casos representan el símil de esa España cotilla, negra y profunda que, por desgracia, aún perdura. Aunque sus desvelos sirvan de poco o nada, porque la derecha se define con sus infamias, y la tal Bernarda se define con las suyas propias. En cuanto a las víctimas de la difamación, no viene mal recordar a Platón, quien decía que “…Tan honroso es ser alabado por los buenos como lo es ser calumniado por los ignorantes o los canallas”.

Mariano Ruiz dijo...

Con respecto a que la justicia le ha dado la razón a Lidia, no sé de donde lo sacas. El caso de los censos lo han visto hasta el momento tres jueces. La jueza de instrucción de Órgiva le imputó a Lidia Reyes los delitos de Prevaricación y fraude electoral, pero al tener Lidia la condición de Parlamentaria y estar imputada, el competente para continuar con el caso era el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. En este tribunal el juez instructor fue D. Miguel Pasquau, el cual, al terminar la instrucción le imputó, además de los delitos anteriormente mencionados, el de falsificación en documento público. Este auto fue recurrido y le tocó pronunciarse sobre el recurso al Juez Garví, el cual no negó en ningún momento que los hechos hubieran sucedido, sino que para él eso no era delito aunque sí se merecía Lidia un “reproche ético”. A mí, este último auto, me parece muy incoherente, no se puede decir que alguien en una democracia hace algo con lo que pretende alterar el resultado electoral en contra de la lo que es la voluntad real de los vecinos y que eso solo merece un reproche ético. Es por ello, que el tema se recurrió al Supremo, vamos a ver que dice el alto tribunal.

Con respecto a que todos somos iguales, no puedo estar de acuerdo contigo. Nosotros cuando vimos algo que podía ser ilegal, lo pusimos en conocimiento de la justicia y, excepto al caso de los censos, al resto no se le dio repercusión. El de los censos la tenía por sí mismo, es demasiado llamativo para los tiempos en que vivimos. Lo que no habrás visto nunca es un panfleto metiéndose con consortes o hijos menores, creo que ni mayores, de los Alcaldes y Concejales del PP. Asímismo, cuando se te denuncia ante un tribunal tienes derecho a un abogado y a presentar cuantas pruebas estimes oportuno para tu defensa, y, si la justicia te absuelve, cuentas con una sentencia por escrito que declara tu inocencia, (Cosa que aun no se ha sucedido en el caso de los censos) mientras que con escritos difamatorios por debajo de las puertas, no te queda más defensa que tus escritos diciendo la verdad, y cuando se difama, algo siempre queda. No somos iguales.

Mariano Ruiz dijo...

En lo que se refiere a “las desgracias urbanísticas y ecológicas”, también discrepo contigo. Primero, si lees algo sobre historia y urbanismo en Lanjarón, verás que nuestro pueblo es un híbrido entre el Valle de Lecrín y la Alpujarra. Podemos denominar como parte Alpujarreña el Barrio Hondillo, la Calle Virgen del carmen con Santana y Ceuta y poco más. La calle Real obedece a un estilo coincidente con el del Valle de Lecrín, casas de dos plantas, tejados a dos aguas de teja, no planos y de launa, etc. En lo que a la Avenida se refiere, al nacer esta como consecuencia de la instalación del Balneario en el extremo y la proliferación de hoteles y casas de huéspedes en la carretera que conducía a él, su estilo no tiene nada que ver con los anteriores, durante el siglo XIX se trata de un estilo modernista y durante el XX quisimos casi ser Almuñécar, ahí tienes los ejemplos de los edificios Salud, Noche Azul, Hotel Miramar….Si hablamos de la Calle Moraledas y aledañas, tampoco hay estilo alpujarreño por ninguna parte, como no lo hay en las Barriadas de La Paz y Alacuás, Por tanto, el tratamiento de las calles en Lanjarón no ha de ser el mismo en todas. Además, si ves fotos antiguas del pueblo, comprobarás que el estilo urbanístico lo definían las casas, no los espacios públicos que eran de tierra y sin aceras. Para nuestra desgracia, buena parte de nuestro estilo tradicional de la calle Real nos lo cargamos hace ya mucho tiempo, fundamentalmente en los años 80 haciendo cada casa según se le antojó a cada cual.

Asímismo, bajo mi punto de vista, lo que es un atentado ecológico es una calle llena de coches, aparcados desordenadamente, subidos en las aceras impidiendo a los seres humanos el caminar tranquilos por ellas, un tráfico desordenado en dos direcciones que, al tener que sortear coches mal aparcados, produce atascos, pitidos y emisiones de humo y CO2. Ejemplo de esto sigue siendo, a día de hoy, la Calle Señor de la Expiración. Por ello, supongo, que cuando dices “desgracias ecológicas y urbanísticas” te refieres, simple y llanamente a que no te gusta la estética. Creo que ahí podemos mejorar bastante con poco dinero. Podemos distribuir mejor las jardineras del tramo de la calle Real que tiene, así eliminaremos muchos pivotes. Si te fijas, verás que hay jardineras que tienen a escasa distancia un pivote, un distanciamiento adecuado entre estos elementos descargaría la calle de hierro. En el tramo que va de Sor Joaquina hasta la Virgen del Pilar, se pueden eliminar todos los pivotes que hay entre árbol y árbol, ya que estos han crecido y están los suficientemente fuertes para no necesitar protección y entre ellos es difícil aparcar, además, si alguien lo hace, se le multa. En el tramo que va desde la Virgen del Pilar hasta la Plaza, habría que poner jardineras eliminando así pivotes. Por último, en la plaza, hay que poner la iluminación, que aun no la han puesto. Nosotros teníamos prevista una fuente en el extremo de la plataforma, ahora parece que hay otros planes. Con todas estas actuaciones, que excepto la fuente, no son caras, se mejoraría bastante lo que tú denominas, de forma muy hiperbólica “desgracias ecológicas y urbanísticas”

Muchas gracias por participar, todas las opiniones, expresadas desde la libertad, pero sobre todo desde la tolerancia, son importantes para nuestro pueblo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

¿Es normal que el señor Escobedo nombre a Mariano 25 veces (contadas) en la última entrada de su blog? Esto es obsesión y lo demás son tonterías.

Anónimo dijo...

Muy bien Mariano. Que aquí los que más exigen un pueblo Alpujarreño nos pintan ventanas al puro estilo Mikonos en Grecia, o usan la Madera como resurso decorativo al más puro estilo los Alpes. Eso nos pasa cuando jugamos a machacar a una persona por quitar los coches y poner plantas. Es verdad que la Avenida no es de lo más bonito que se haya visto, pero también es verdad que está 20.000 veces mejor que antes.
Cuando una persona no conoce la historia de su pueblo cae en la ingratitud e ingenuidad más absulata pecando de insolente e ingrato.